Uno de los conferencistas en el Congreso de Medellín será el ex embajador de Colombia ante la Santa Sede, César Mauricio Velásquez, escritor, periodista y doctor en comunicación de la Universidad de la Santa Croce de Roma.
El ex embajador Velásquez nació en Medellín y representó a su país en los años del pontificado del papa Benedicto XVI, a demás, es actual miembro de la Comisión de Conciliación Nacional de la Iglesia colombiana y ha participado en procesos de paz con los grupos armados que hay en su país.
¿Cómo ha sido esta experiencia?
La Comisión de Conciliación esta integrada en su mayoría por personas que sirven al país desde sus profesiones. Ex ministros, líderes empresarias y sociales que han ayudado en los procesos de paz de los últimos 18 años con todos los grupos armados, desde paramilitares y autodefensas hasta Farc y el Eln. En la Comisión he aprendido a conocer la realidad de la violencia y ha buscar soluciones con una visión cristiana de la vida.
¿Y cómo observa hoy la realidad de su país frente a la negociación del gobierno con las Farc en Cuba?
Este respuesta será parte de mi conferencia en el Congreso de Medellín. El papa Francisco y el papa emérito Benedicto nos han dado muchas luces para ver con esperanza y realismo este proceso, pero no podemos olvidar que la paz estable no es posible sin verdad ni justicia. No puede ser una paz barata que se quede en la firma de papeles. Todos queremos la paz, es claro, pero con verdad y justicia.
¿Cuando era embajador ante la Santa Sede hablaba de estos temas con el papa Benedicto XVI?
Sí, claro. El papa Benedicto XVI siempre siguió con interés, dolor y esperanza la actualidad de Colombia. Sabía que los dineros de las drogas, la desigualdad social, la corrupción y la falta de compromiso sincero de algunos sectores políticos han estado en el fondo de nuestras tragedias. Recuerdo que en junio de 2012 recibió en el Vaticano a seis ex secuestrados por las Farc, todos estábamos impresionados, el papa no podía creer que hubiesen estado secuestrados 14 años en la selva y por esto en tres momentos me preguntó por el tiempo de cautiverio, al final dijo: si un día sin libertad es bastante cómo soportar 14? Le dolió esta realidad que por desgracia viven otras personas en la actualidad en Colombia. Benedicto siempre ha rezado por la vida y libertad de las personas secuestrados.
¿Qué significa para usted que la Fundación Joseph Ratzinger realice su Congreso anual internacional en Colombia?
Es un gesto de confianza y cercanía con los colombianos. Benedicto XVI, cuando era papa, quiso visitar el país para acompañar a tantas personas que han sufrido la violencia. Siempre –así como actualmente lo hace el papa Francisco–, estuvo del lado de las víctimas y reclamando respeto a la vida y libertad de las personas. Este Congreso de la Fundación en Medellín es un mensaje del papa emérito y del Papa Francisco a todos los colombianos que buscan la paz con verdad y justicia, con respeto a la víctimas y sinceridad fraterna.
Qué recuerdo mantiene del papa emérito Benedicto XVI?
Joseph Ratzinger fue un papa sereno y humilde. Pasará a la historia como un gran predicador que hizo accesibles los contenidos de la fe a todos los públicos. No fue un Papa de protagonismos inútiles. Como embajador nunca me acostumbre a tener al Papa cerca. Siempre fue una fortuna, una gracia. Me alegraba verlo y escucharlo. Jamás nos debemos acostumbrarse a las personas sabias y grandes. Benedicto XVI fue un papa reservado, pero no distante. Gentil y amable. Daba gusto escucharlo y hablar con él. Tiene un mirada de amigo fiel que te exige con bondad.
Luca Caruso