PREMIO RATZINGER AL FILÓSOFO CHARLES TAYLOR Y AL TEÓLOGO AFRICANO PAUL BÉRÉ. EL PAPA FRANCISCO: SER "COOPERADORES DE LA VERDAD", SIGUIENDO LAS ENSEÑANZAS DE JOSEPH RATZINGER

POR Luca Caruso

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Durante una ceremonia solemne que tuvo lugar en la mañana de este sábado 9 de noviembre en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa Francisco entregó el Premio Ratzinger 2019 al filósofo canadiense Charles Margrave Taylor y al teólogo africano Paul Béré.

“Me alegra tener esta hermosa oportunidad de expresar una vez más mi estima y afecto por mi predecesor, el querido Papa emérito Benedicto XVI”, dijo el Pontífice. “Le manifestamos nuestra gratitud – afirmó – por la enseñanza y el ejemplo que nos ha dado al servir a la Iglesia reflexionando, pensando, estudiando, escuchando, dialogando, orando, para que nuestra fe permanezca viva y consciente no obstante el cambio de los tiempos y de las situaciones, y para que los creyentes puedan dar cuenta de su fe en un lenguaje capaz de ser comprendido por sus contemporáneos y entrar en diálogo con ellos, para buscar juntos los caminos del encuentro con Dios en nuestro tiempo”. “Este – prosiguió el Papa – ha sido siempre el intenso deseo de Joseph Ratzinger, teólogo y pastor que nunca se ha encerrado en el ámbito de una cultura puramente conceptual y desencarnada, sino que nos ha dado el ejemplo de una búsqueda de la verdad en la que la razón y la fe, la inteligencia y la espiritualidad, están continuamente integradas. Todas las disciplinas y artes concurren en este sentido a dar su contribución al crecimiento del ser humano hacia su plenitud, la cual se halla, finalmente, sólo en el encuentro con la persona viva de Jesucristo, el Logos encarnado, la revelación de Dios que es amor”.

A continuación, Francisco recordó que “estar y permanecer en diálogo activo con las culturas, que cambian con el paso del tiempo y se diversifican en las diferentes partes del mundo, es un deber para la teología, pero al mismo tiempo es una condición necesaria para la vitalidad de la fe cristiana, para la misión de evangelización de la Iglesia”. “En esta perspectiva – dijo el Papa –, nuestros dos galardonados han hecho una contribución notable, que hoy reconocemos manifestándoles nuestra admiración y nuestra gratitud”.

Luego, el Papa se centró en los dos estudiosos galardonados con el reconocimiento.

“En el curso de su larga vida de investigación, enseñanza y acción, el Profesor Taylor ha abarcado muchos campos, pero en particular ha dedicado el esfuerzo de su mente y de su corazón a comprender el fenómeno de la secularización en nuestro tiempo que plantea, efectivamente, un gran desafío para la Iglesia Católica, todavía más, para todos los cristianos y podemos decir para todos los creyentes en Dios. El Papa Benedicto XVI nos ha repetido muchas veces que la prioridad de su pontificado era volver a anunciar a Dios – el Dios de Jesucristo – en un momento en el que parece haber llegado al ocaso en vastas áreas de la humanidad. De hecho, pocos estudiosos se han planteado la cuestión de la secularización tan ampliamente como el Profesor Taylor. Le agradecemos la profundidad con la que lo ha abordado, analizando cuidadosamente el desarrollo de la cultura occidental, los movimientos del espíritu humano a lo largo del tiempo, identificando las características de la modernidad en su compleja articulación, en las sombras y en las luces. Así nos ayuda a leer de una forma no reductiva las razones de los cambios que se han producido en la práctica religiosa; nos invita a intuir y a buscar nuevas formas de vivir y expresar las dimensiones trascendentes del alma humana, las dimensiones espirituales en las que el Espíritu Santo sigue actuando aun cuando a primera vista no nos damos cuenta de ello. Todo esto nos permite confrontarnos con la secularización occidental de una manera que no sea superficial o fatalista y desalentada. Y esto es necesario no sólo para una reflexión sobre la cultura de nuestro tiempo, sino sobre todo para un diálogo y un discernimiento en profundidad en su contexto, para asumir las actitudes adecuadas para vivir, testimoniar, expresar y anunciar la fe en nuestro tiempo”.

“El Padre Paul Béré es el primer africano en recibir el Premio Ratzinger y es un estimado estudioso de la Sagrada Escritura. Con este reconocimiento me complace expresar mi aprecio y mi aliento a todos aquellos que se esfuerzan por la inculturación de la fe en África con una contribución de estudio original y profunda. En los primeros siglos del cristianismo, el norte de África dio a la Iglesia figuras gigantescas – como Tertuliano, Cipriano, Agustín – pero luego la difusión del Islam y, más tarde, siglos de colonialismo impidieron una verdadera inculturación africana del mensaje cristiano hasta la segunda mitad del siglo pasado. Por lo tanto, la teología africana contemporánea es todavía joven, pero se presenta dinámica y rica en promesas. El Padre Béré nos da un ejemplo de ello al trabajar en la interpretación de los textos del Antiguo Testamento en un contexto de cultura ‘oral’, aprovechando así la experiencia de las culturas africanas y esforzándose en el conocimiento, la comprensión y la acogida en el contexto africano de los Sínodos en los que ha participado”.

“Aunque los dos galardonados proceden de continentes y culturas diferentes – concluyó el Papa Francisco –, su mensaje es mucho más similar de lo que parece a primera vista. En la variedad de culturas, en su diversidad de tiempo y de espacio, se puede y se debe buscar y encontrar siempre el camino hacia Dios y hacia el encuentro con Cristo. Este ha sido y es el compromiso del profesor Taylor y del padre Béré, esta es la misión de todos aquellos que, siguiendo las enseñanzas del teólogo Joseph Ratzinger y del Papa emérito Benedicto XVI, se proponen ser ‘cooperadores de la Verdad’”.

“A pesar del paso de los años, siempre experimentamos nuevamente que la herencia cultural y espiritual de Joseph Ratzinger - Benedicto XVI está viva e inspira las reflexiones y los diálogos que nuestro tiempo requiere, y a los que usted nos invita a abrirnos con valentía y confianza”, evidenció, por su parte, el padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Ratzinger, en su saludo al Santo Padre.

Luego, el padre Lombardi presentó las actividades recientes promovidas por la Fundación, comenzando con el Simposio internacional organizado en Budapest el 8 y el 9 de octubre con la Universidad Católica Pázmány Péter, sobre la situación económica, social y espiritual de los países de Europa centro-oriental treinta años después de la caída del muro de Berlín. En él, “se hizo un recorrido de las grandes ideas, las enseñanzas y los viajes de Juan Pablo II y Benedicto XVI, en particular la encíclica Caritas in veritate, y concluyó con un mensaje titulado ‘Reconciliación, tradición y confianza’, que hace eco de sus frecuentes advertencias sobre las tendencias nacionalistas y las nuevas formas de colonización ideológica y en favor del diálogo y el encuentro entre todos los pueblos”.

“El compromiso por el diálogo interdisciplinario, tan alentado por Joseph Ratzinger, entre las ciencias naturales, las ciencias humanas, la filosofía y la teología – continuó el padre Lombardi –, es un campo muy vasto y fascinante en el que la razón humana puede extenderse para buscar – en armonía con la fe – la verdad y los caminos para garantizar el pleno respeto de la dignidad de la persona humana y de su fin en las complejas vicisitudes del mundo de hoy”. Los Premios “Razón Abierta”, en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, y “Razón y Esperanza”, con la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń, “han promovido este año el valor de investigaciones originales en campos tan importantes como la filosofía de la salud, la psicología del perdón, la ética de la economía, la formación ética de los gerentes y los problemas éticos de los desarrollos de la inteligencia artificial”.

“Un nuevo frente de trabajo – dijo por último el padre Lombardi – está madurando en colaboración con instituciones académicas romanas en el campo, muy requerido hoy, de la formación para un liderazgo responsable animado por la ética de las virtudes. El llamado, que a menudo usted ha repetido, al servicio de los demás, en la sociedad y en la Iglesia, nos impulsa a valorar también en esta dirección la herencia del pensamiento de su predecesor”.

En sus palabras de saludo, antes de describir el perfil de los dos ganadores, el cardenal Angelo Amato, presidente del Comité Científico de la Fundación, observó que “la cultura es la linfa vital de la humanidad y de la Iglesia. Una cultura, alimentada por el Evangelio, sustenta y ennoblece a toda persona humana, dondequiera que se encuentre. Son innumerables los estudiosos y las instituciones que enriquecen la cultura con su compromiso diuturno de investigación y promoción del bien, de lo bello, de lo verdadero y de lo justo”. “La Iglesia, y en primer lugar los Sumos Pontífices – y recientemente, sobre todo el Papa Benedicto y el Papa Francisco –, siguen siendo los promotores y los artífices de una cultura humana más fraterna, más solidaria, más pacífica y más consciente ecológicamente. De este modo, avanzan aún más los horizontes de la historia, que, iluminada y guiada por la divina Providencia, genera una humanidad más buena y más digna de ser llamada criatura de Dios”, evidenció el purpurado.

En la ceremonia, estaban presentes 16 cardenales (los miembros del Comité Científico de la Fundación Kurt Koch, Luis Francisco Ladaria y Gianfranco Ravasi, el Decano del Colegio cardenalicio Angelo Sodano, Santos Abril, Ennio Antonelli, Francis Arinze, Tarcisio Bertone, Paul Josef Cordes, Raffaele Farina, Walter Kasper, Francesco Monterisi, Gerhard Ludwig Müller, Marc Ouellet y Antonio Maria Vegliò), varios arzobispos y obispos, numerosos académicos, miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede y varios estudiosos ganadores del Premio Ratzinger en años anteriores. Con la edición de 2019, la novena, las personalidades ganadoras del Premio Ratzinger llegan a un total de 20, procedentes de 14 países diferentes de cuatro continentes. Sus obras y sus personalidades indican direcciones y campos fundamentales para la investigación cultural, filosófica y teológica en la Iglesia y en la sociedad de hoy.

 

Profesor Charles Margrave Taylor

prof. Charles Taylor

Nacido en Montreal el 5 de noviembre de 1931, realizó sus estudios académicos en la Universidad McGill de Montreal y posteriormente obtuvo el doctorado en filosofía en la Universidad de Oxford.

Fue docente durante algunos años en Oxford y durante muchos años en la Universidad de Montreal y en la Universidad McGill, también en Montreal, de la cual es profesor emérito.

Además de la historia de la filosofía, se ha dedicado sobre todo a la filosofía política y la filosofía de las ciencias sociales. Sus contribuciones más famosas se refieren a las áreas del comunitarismo, del cosmopolitismo y de las relaciones entre religión y modernidad, en particular sobre el tema de la secularización, del cual es considerado uno de los estudiosos más autorizados.

Entre sus obras más notables se recuerdan Sources of the Self (1989), A Secular Age (2007) y The Language Animal (2016). Ha recibido muchos reconocimientos y premios internacionales.

Es católico, participa en numerosas conferencias y debates, y también participó en un encuentro en el ámbito del “Cortile dei Gentili” sobre el tema “La plaza y el templo”.

 

Profesor Paul Béré S.J.

p. Paul Béré

Originario de Burkina Faso, pero nacido en Costa de Marfil el 28 de marzo de 1966, adelantó su primera formación filosófica y teológica en Burkina Faso e ingresó en 1990 a la Compañía de Jesús, donde continuó sus estudios, que completó con el doctorado en el Instituto Bíblico de Roma.

Desde 2007 ha enseñado Antiguo Testamento y lenguas bíblicas en el Instituto Bíblico de Roma y en el Instituto teológico de los Jesuitas en Abiyán (Costa de Marfil) y ha llevado a cabo varios proyectos importantes para el desarrollo de la teología en África (por ejemplo, encuentros internacionales y reuniones de exégetas en África, la constitución de la primera facultad de teología de los Jesuitas en África y la creación de una revista para la promoción de la investigación teológica africana).

Ha colaborado como experto en varios Sínodos de los Obispos y fue consultor de la Secretaría general del Sínodo (2009-2014). Desde 2018 es miembro de ARCIC, la Comisión internacional para el diálogo con la Iglesia anglicana. También es miembro de varias asociaciones de teólogos, entre ellas, naturalmente, la Asociación de teólogos africanos (ATA) y la Asociación panafricana de exégetas católicos.