24 de junio de 2014 – Padre Mauricio Saavedra, agustino, director del Master San Agustín: estudios y espiritualidad – promocionado por el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma, con el apoyo de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI – explica en esta entrevista las finalidades del Master y el influjo de Agustín en la historia del pensamiento cristiano.
¿Por qué Agustín tiene una posición importante en la historia del pensamiento filosófico y cuál es la incidencia de su obra durante los siglos?
Agustín es, por cierto, uno de los pensadores cristianos más importantes de todos los tiempos y su influjo en la historia del pensamiento y de la teología cristiana es muy fuerte. Él es todavía una piedra miliar en la historia de Occidente. Agustín fue, al mismo tiempo, filósofo y teólogo, poeta y orador, obispo y pastor.
El obispo de Hipona fue el creador de la filosofía cristiana, un gran conocedor de las vías del espíritu y de la fe; un teólogo que supo explicar los misterios más remotos de la fe y entender el sentido del dogma trinitario, cristológico, soteriológico, eclesiológico, sacramental, escatológico. Un obispo que fue también un simple pastor entre los pueblos, un maestro que fue discípulo entre los fieles de Cristo y que siempre demostró la voluntad profunda de conocer las Escrituras en sus significados más íntimos.
Agustín influyó en la vida cristiana y en el pensamiento teológico de todos los siglos de manera profunda e incesante; defendió sus principios, desarrolló su contenido y manifestó sus relaciones con los misterios cristianos, describiendo su fin.
Muchos concilios, desde los más antiguos hasta el Concilio de Trento, y después el concilio Vaticano I y el concilio Vaticano II, recogieron mucho de la doctrina de Agustín y de sus mismas palabras, demostrando que aquella doctrina no pertenecía a él sino a la Iglesia. Los teólogos, desde Santo Tomás, prestaron gran atención a su ejemplo.
Por todas estas razones la Iglesia Católica siempre ha considerado al obispo de Hipona uno de sus Doctores más importantes.
¿Qué puede transmitir Agustín al mundo de hoy?
El mensaje teológico y doctrinal de Agustín, su espiritualidad y su voluntad, el sentido de la caridad y del amor fraternal permanecen todavía y hoy son factores indispensables y fundamentales en el conocimiento de la fe y de la tradición cristiana más antigua, revelando valores y sentimientos que son siempre actuales. Agustín sabía hablar a los obispos y a la gente, transmitiendo el valor absoluto del evangelio de Cristo. Amaba discutir y dialogar en el interior de la Iglesia, donde la única victoria tenía que ser, ayer y hoy, la verdad.
¿Cómo habéis pensado en este Master y qué resultados esperáis?
El Master Universitario organizado por el Instituto Patrístico Augustinianum tiene la finalidad de dar a conocer la figura, la doctrina y la espiritualidad de San Agustín, a través de sus obras y de la recepción de su pensamiento a lo largo de los siglos.
El master está dirigido a todos los que tengan como punto de referencia la espiritualidad y la doctrina de Agustín, estudiantes de diferentes disciplinas humanísticas y eclesiales de Roma y de fuera de Roma, miembros de institutos y congregaciones religiosas de la familia agustiniana, profesores y laicos.
El resultado que nuestro Instituto espera del Master es el desarrollo del interés por la figura y el pensamiento del santo de Hipona, con el objetivo de subrayar una vez más la centralidad y la importancia del papel de Agustín en la historia del pensamiento cristiano.
¿Cuál es el ejemplo del Santo obispo de Hipona que ha representado un soporte en su ministerio sacerdotal y su actividad de profesor?
El primer tema que interesa a un experto y a un ministro de Dios es la relación entre fe y razón, las dos fuerzas interiores que nos acercan a Él y que nos permiten investigar los profundos misterios del conocimiento cristiano. Agustín trató este tema y propuso una solución que está resumida en el lema crede ut intellegas (Serm. 43,9), con el que quiso subrayar la importancia de la verdadera fe como valor supremo e indispensable para entender el mensaje cristiano.
El segundo tema que tengo en mente pensando en la eclesiología cristiana es el significado supremo que Agustín atribuyó a la comunidad y al amor fraternal, porque él se sintió instrumento de Dios y al mismo tiempo cristiano entre los cristianos. El mensaje está resumido perfectamente en el lema Vobis sum episcopus; vobiscum sum christianus (Serm. 340,1): Para vosotros soy Obispo, con vosotros soy cristiano. Para Agustín el primer nombre es el signo del encargo recibido, el segundo es el signo de la gracia.
Fue la gracia que acompañó a Agustín y espero que acompañe a los profesores del Master y a mí mismo en el largo y profundo camino de estudios y de fe, fe que nuestro Instituto tuvo la ambición de proponer a través de este Master.
Luca Caruso